Yo creo en mi arte
Puede que nos digamos a nosotros mismos: “Yo no soy una persona creativa”, quizá basándonos en la idea de que “ese tipo de personas” son un pintor, un escritor,… pero lo cierto es que la creatividad es un proceso mental muy importante en nuestro día a día y está presente en la búsqueda de soluciones de la vida cotidiana.
Cuando somos niños, el juego libre es el gran encargado de estimular la creatividad, de entrenarla, pero lo hacemos de una manera anárquica, no dirigida. ¿Qué pasaría si de adulto quiero sacar partido a mi “yo creativo”? ¿Es posible mejorar la creatividad?
En el 2013 pasé unos meses sin trabajar, aprovechando la coyuntura, dediqué este tiempo a un periodo de mejora personal y a la búsqueda de cómo quería continuar mi camino. Así que retomé las clases de inglés, empecé a estudiar francés, acudía a grupos de encuentro de colegas de profesión, a conferencias de la Fundación Botín sobre robótica… #Doñanonstop Necesitaba nutrirme de contenidos, de inspiración que me orientase en mi búsqueda. Un día vi que una de mis viñetistas favoritas, Laura Santolaya, creadora de la mordaz “PO8LADAS”, daba una conferencia en el Matadero Madrid, ¡y gratuita! ¡Así que allá fui! Su charla abordaba las claves del éxito de una joven dibujante, enamorada de la protagonista de su viñeta desde niña, ya que la descubrió pintando los números 8 de sus libros de texto.
Santolaya argumentó que la creatividad se basa en 5 elementos:
- Curiosidad: Que implica más que interés, es no conformarse con resultados inmediatos.
- Observar: Prestar atención a los detalles.
- Cuestionar: Preguntarse: “¿por qué?”; “¿por qué no?”.
- Asociar: Ligar ideas, conceptos, saberes de diferentes fuentes, lugares, disciplinas.
- Experimentar: Hacer las cosas de manera diferente. Porque, todos tenemos en la mente la célebre frase, “si haces siempre lo mismo, siempre obtendrás los mismos resultados”.
A los elementos que nos propuso Santolaya, yo añado otro elemento fundamental: “la motivación”, porque la motivación es el impulso que nos pone en acción, en proceso de búsqueda.
Todos tenemos un “yo creativo” que se puede estimular y entrenar. Y en nosotros ha de estar esa “motivación” que nos haga querer escuchar y mimar a ese ser creador que todos llevamos dentro.
Hay múltiples ejercicios sencillos para comenzar a trabajar la creatividad, yo os propongo el siguiente: Este ejercicio se puede hacer en grupo o de manera individual. Se trata de observar los objetos que hay en la sala en la que te encuentras, elegir uno y verbalizar diferentes usos para ese objeto. El tiempo para la consecución de este ejercicio es de 1 minuto. Por ejemplo, si el objeto es un reloj de pared redondo, los usos ficticios de ese objeto pueden ser: 1) una diana, 2) una bandeja, 3) un espejo, etc. Es importante dejarte llevar y expresar las palabras que se te van ocurriendo con libertad, así dejarás fluir tu capacidad creativa sin juzgarla. Las claves de este ejercicio son: jugar, fluir y creer en uno mismo. Puedes grabar la realización del ejercicio y así, cuando lo realices posteriormente, verás si cada vez dices las diferentes palabras que se te van ocurriendo de una manera más fluida y/o si aumentas el número de palabras por minuto.
Te animo a que bucees en tu interior, a que juegues, te escuches y a que te dejes sorprender por el gran universo mágico que tienes dentro. ¡Disfrútalo!
Por Marta Ibáñez Cruz.