enclave de coaching - pigmalion

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La importancia de la visión de Pigmalión en los procesos de coaching

Pigmalión, rey de Chipre, buscó durante muchísimo tiempo a una mujer con la cual casarse. Pero con una condición: debía ser la mujer perfecta. Frustrado en su búsqueda, decidió no casarse y dedicar su tiempo a crear esculturas preciosas para compensar la ausencia. Una de estas, Galatea, era tan bella que Pigmalión se enamoró de la estatua. Mediante la intervención de Afrodita, Pigmalión soñó que Galatea cobraba vida. Al despertar, Pigmalión se encontró con Afrodita, quien, conmovida por el deseo del rey, le dijo «mereces la felicidad, una felicidad que tú mismo has plasmado. Aquí tienes a la reina que has buscado. Ámala y defiéndela del mal». Y así fue como Galatea se convirtió en humana.

Los procesos de coaching desarrollados desde la metodología que yo implemento integran diversas fases que garantizan el éxito en el proceso: Contexto, objetivo, realidad, aprendizaje, opciones, plan de acción y seguimiento.

En la concreción del objetivo es importante el trabajo en la identificación de la situación ideal y “la visión”. Cuando exploramos visión, hacemos reflexionar al coachee (al cliente de coaching) con preguntas como: ¿Qué quiero hacer en el futuro? ¿Cuáles son mis preferencias, mis prioridades? ¿Qué valores son importantes para mí? ¿Qué actividades, tareas, responsabilidades o metas me ilusionaría alcanzar? ¿Qué esfuerzos estoy dispuesto a hacer y qué estoy dispuesto a sacrificar para lograrlo?

La mayoría de las personas no se hacen este tipo de preguntas habitualmente. De esta manera el coachee podrá verificar hasta qué punto está orientando su vida hacia aquello que es importante y valioso para él.

¿Qué es “la visión”? Es el resultado de nuestros sueños en acción. Una visión no cambia nada de nuestra realidad actual, sin embargo transforma la relación que tenemos con el presente.

La diferencia entre visión y sueños es que los sueños no generan acción, mientras que la visión tiene una enorme fuerza impulsora, que incita a hacer cosas orientadas a su realización. Las personas con una clara visión, tienen una enorme determinación para alcanzarla y son capaces de poner en movimiento grandes energías para la consecución de sus fines.

El mito griego de Pigmalion con el que he comenzado este artículo dio lugar a la teoría de la profecía autorealizada o efecto Pigmalión, quien superó lo que esperaba de sí mismo y al creer que la estatua estaba viva, ésta llegó efectivamente a estarlo. En definitiva esta teoría establece que si una situación es definida como real, esa situación tiene efectos reales.

El poder del trabajo en la visión en los procesos de Coaching se sustenta en los beneficios del ahondar en compromiso profundo que el coachee quiera tener con respecto a los objetivos que se marque, en la exploración del para qué quiere lograrlos, en el qué tiene, qué le falta y en la modificación de patrones de pensamiento, todo lo cual propicia en el coachee la generación de estrategias de acción alineadas con sus pasiones y encaminadas a la consecución del plan que ha diseñado.

  

Por Marta Ibáñez Cruz.